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    El inicio del desarrollo de la gastronomía francesa se remonta a la Edad Media, época en que los franceses trataron de desarrollar platillos más elaborados. Durante la época, los banquetes terminaban con un “issue de table”, que después pasó a ser el postre actual. Más tarde, durante el siglo XVII, se sientan las bases del auge culinario que se conocen actualmente. El padre de este cambio fue el cocinero François Pierre La Varenne. Luego, durante la Revolución Francesa, se trató básicamente de las salsas: española, velouté , bechamel, holandesa y de tomate. Los métodos y usos culinarios franceses tuvieron una revisión durante las últimas décadas del siglo XIX, tras la aparición del chef Georges Auguste Escoffier, quien creó el sistema de división del trabajo en equipos llamados brigades de cuisine. Así, cada plato, en vez de ser preparado por un sólo cocinero, se hace por un grupo de cocineros en donde cada uno se encarga únicamente de la parte en la que están especializados. Durante el siglo XX surgen nuevas tendencias, en especial aquellas que tratan de simplificar la forma de cocinar. Se hizo hincapié en las salsas y caldos más livianos y condimentados con hierbas y especias más finas. Se simplifica el servicio de presentación de los platos y también se trata de potenciar los cinco sentidos en el platillo con diversos colores, olores y formas vistosas e innovadoras. También se reducen las raciones y en algunos casos se aumenta el número de platos por menú.

 

"Los expertos de la UNESCO han considerado que la comida gastronómica francesa, con todos sus rituales y presentación, cumple las condiciones para formar parte de la prestigiosa Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Por primera vez, se concede esta categoría a la gastronomía de un país. Se trata sin duda de "un reconocimiento sin precedente"." Así, fue declarada Patrimonio Cultual Inmaterial de la Humanidad el 16 de noviembre del 2010, un par de años después de la petición del gobierno frances a la UNESCO de que su gastronomía fuese considerada dentro de la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.